Tiempo para las utopías o algunas instrucciones para cambiar el mundo

En los últimos días hemos dedicado algunos gajos de tiempo a hablar sobre las ideas y los ideales, en parte gracias a los proyectos que estamos empezando a montar en la nueva asignatura: Print Media, y en parte porque en el día a día hay veces que cansa hablar sólo de fiesta, fiesta, fiesta.

Una de las cosas que hemos comentado, sobre todo con María, que está barajando la idea de volverse vegetariana, es de los beneficios de no comer carne. ¿Por qué? Por los campos de cultivo que se pierden para hacer espacio a las granjas, por la contaminación que generan las reses, porque no es necesario, porque no es sostenible, porque los animales están muy hormonados. La conversación fue un poco dejà vu, me recordó a Pris, a Ale y su intento de veganismo, y a Ruth en Canadá planteándose lo mismo. En realidad, hay muchos motivos para no comer carne, pero yo no soy partidaria de medidas tan extremas. Quizás con racionar el consumo de carne y apostar por productos de las granjas felices, y en el caso de las legumbres por productos del comercio justo, y comer menos, sólo lo necesario, la cosa sería mucho más equilibrada. No sólo hay un comercio poco ético de carne, sino del café, de las verduras, de la ropa… Es el sistema lo que falla.

Un poco en relación con esto va a ir mi próximo proyecto en grupo, mucho más interesante que el de Social Media and Virtual Worlds: The meat free day. La campaña tiene un objetivo muy concreto: reducir el consumo de carne teniendo en cuenta el gran despilfarro de agua que supone; nada menos que 15,500 litros de agua por kilo de chuletón invertido en el proceso de comercialización. Nuestro target serían familias de clase media, que tendrían que cambiar sus hábitos, por lo menos, en ese día específico de la semana. El método no lo tenemos del todo claro, pero se ha barajado la posibilidad de correo ordinario, reparto de recetas de verduras en los supermercados… y el emisor sería el Ministerio de Sostenibilidad o de Medio Ambiente. Es un objetivo modesto, pero es un buen comienzo para lo que pretende ser un cambio de hábitos.

Es curioso porque en esta universidad toda la «Comunicación» está muy enfocada a la parte práctica: a influir, a hacer verdadero tu mensaje, a convencer. Es más publicitario o panfletístico que perodístico, pero al menos nos ofrece una formación más realista. La verdad, ahora estoy contenta. Mañana tenemos un día intensivo de Photoshop, al fin algo útil. Tenemos que seguir trabajando en nuestro proyecto grupal y, de modo individual, crear un artículo-retrato para una supuesta revista a partir de una entrevista de 20 minutos que le hemos hecho a un compañero de clase. Yo he entrevistado a Line, una danesa muy interesante. Ya subiré el artículo cuando lo tenga finiquitado, solo para dejar constancia de mis pequeños progresos con el inglés.

Volviendo a las utopías, ha habido un ejercicio muy curioso en el que había que salir a pasear con un compañero de clase y pensar posibles topics para el proyecto. Lo más relevante es que una descubre que la danesa más divina del mundo puede estar involucrada en una asociación para ayudar a los sin-techo. Es increíble lo comprometidos que están los daneses en temas de activismo, España tiene mucho que aprender en ese sentido.
Al final del ejercicio, hemos hecho una puesta en común y han aparecido topics interesantes como:

Tiempo para que tu mente descanse. Estamos todo el día frente a la pantalla del ordenador, el teléfono móvil, trabajando con la televisión puesta, haciendo mil cosas a la vez. Supuestamente hay estudios que demuestran que esto es malo para el cerebro, que, por ejemplo, inhibe la creatividad, y que a veces es sano simplemente quedarse en silencio, no hacer nada. También, un poco en relación con ésto, está el tema de la nueva sociabilidad, de hablar por Facebook en vez de hacerlo en persona, de perder la calidez del contacto.
Yo lo siento, pero me muestro como aférrima defensora de las redes sociales. Está claro que nunca reemplazará la comunicación cara a cara, pero es que ésa no es su función. Las redes sociales te permiten no perderle la pista a tus amigos y, en cierto sentido, estar un poco implicado en sus vidas, cuando los tienes desperdigados por distintas partes del mundo (¿Has estado nosedonde o hecho nosequé? ¡Qué bien! Cuentame. bla bla bla).
También es una plataforma para darse a conocer y conocer a los demás, y darte cuenta de puntos comunes que luego, en la comunicación cara a cara, puedes explotar. Y cómo no, es un medio de crear eventos y repartirlos fácil y rápido entre los invitados. En mi opinión, bien usado, potencia la sociabilidad en la vida real. El único contra que le veo es la privacidad, hay que tener controlado qué se sube y a quién se agrega.

-Robos de biciletas, en una campaña que pretende despertar la empatía de los ladrones. Sinceramente dudo de su efectividad.

Derechos de los animales. Por ejemplo, una campaña para que los turistas no vayan a peleas de toros. Suprimir las peleas de perros, gallos, etc. que se siguen haciendo por «tradición». O algo sobre animales hacinados en jaulas pequeñas en zoos y circos, que cada vez tienen menos espacio donde vivir porque cada vez hay menos selva, menos bosques. También se barajó la posibilidad de hacer una campaña en la que no se testaran los productos estéticos en animales.

El peligro de las botellas de agua de plástico. Supuestamente las botellas de plástico a temperatura ambiente, o con el calor, liberan antimonio en el agua que puede llegar a producir cáncer. Al final este tema no se va a tocar en ningún proyecto, pero es interesante tenerlo en cuenta. No obstante la OMS dice que los niveles son ínfimos y que los riesgos para la salud son menores que, por ejemplo, respirar el aire viciado de una ciudad.

-Potenciar el consumo de productos de segunda mano. Esto tampoco se va a llevar a proyecto, pero creo que lo vamos a practicar físicamente porque, aparte de que es reciclaje y siempre viene bien, una nunca sabe qué clase de reliquias se va a encontrar en estas tiendas, puede ser divertido y, quién sabe, quizás consigo algún abrigo invernal sin que me sangre el bolsillo.

-Campaña para dar besos en Dinamarca (las ideas de Noel… =) ) lo que generó un pequeño debate en clase sobre si era más intimo dar un pequeño abrazo al estilo danés o los besos al modo mediterráneo. Lo malo de los saludos daneses es que ofrecen la mano cuando no hay confianza y el abrazo cuando la hay, y en un grupo donde hay gente más cercana y más lejana, no es muy correcto saludar a unos de una forma y a otros de otra.
Con esta idea de la calidez, me acordé del movimiento Free Hugs y de dos señoritas locas dando abrazos gratis en pleno New York City.
(http://abrazosgratis.org/about/)

Al margen de las clases, en el camino a Cristiania, que también es el hogar de lo alternativo, tuvimos tiempo para hablar de los distintos valores entre el campo y la ciudad y, a veces, de la necesidad de volver a nuestros orígenes, de no perdernos en minucias y aceptar lo que nos da la vida. María me contó de un amigo suyo que soñaba con vivir en el campo y tener su propia huerta (¿A quién me recuerda?…). Como ideal es bonito… pero vivir de lo que da una huerta no es tan simple, lleva mucho trabajo, las cosechas tienen su tiempo, se dañan con facilidad (el tiempo, las plagas), se resiente la espalda… Una cosa son las ideas y otra la tendencia humana a hacer las cosas por el modo más fácil, ahorrar energía, y ya de paso, ser egoísta y pensar en yo, mi, me, aquí y ahora.

Hablamos de las falsas necesidades en las que se basa el capitalismo como sistema económico que daña los valores humanos y del budismo como ética interesante (aunque poco activa en el sentido de aceptar el mundo tal y como es y el concepto de la predestinación). Y ya para concluir, he sido consciente de la existencia de un nuevo movimiento: Food not Bombs. Es una red mundial de colectivos que se dedican a recoger comida vegetariana que sobra y que de otra forma iría a la basura (en restaurantes, supermercados, etc) y servirla gratis a personas necesitadas. Pero al parecer también hay otra modalidad basada en coger la comida sobrante para consumo propio. Es una buena forma de no desperdiciar recursos y, ya de paso, ahorrar. Qué quieren que les diga, yo no le haría ascos a un bollito de canela gratis por muy caducado que estuviera; lo que no mata, engorda.

Sin venir mucho a cuento, sólo como hallazgo chocante, ¿Sabían que las gominolas no están exentas de productos animales?. ¡Qué engaño! Me siento como aquel día que le regalé una bolsa de falafels a Priscila y no la pudo comer porque contenía trazas de pescado.

Creo que este es el post más caótico de todo el blog, carente casi de hilo conductor. Así es como no se escribe. Que lo disfruten.

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4 responses to “Tiempo para las utopías o algunas instrucciones para cambiar el mundo”

  1. Pitu says :

    Si sólo fuesen las gominolas.. Montones de postres, rollo muses y copas varias q tan bien conocemos ;), tb tienen productos animales. Sobretodo gelatinas y movidas de esas…
    En lo de que lo q falla es el sistema, 100% de acuerdo. Es como dices, no sólo la producción de carne, sino la de ropa, la de verduras…

  2. Vicky says :

    Silviiii!! no te pases (me refiero a lo de «el post más caótico de todo el blog»). A mi me gustó. No puedo decir que es el mejor pero tampoco consiste la cosa en que tu te eches pidras sobre tu propio tejado no? jajaj Quiero conocer daneses y danesas y darle un saludo a lo Mediterraneo o a lo canario con palmadita en la espalda y con la frase imprescindible: «Ohhhhh! que pasó amigo?»

  3. alehop89 says :

    «Así es como no se escribe» Me gusta tu forma de no escribir bien xDD Me ha encantado la entrada mucho muchísimo. Sonará a gilipollez pero te noto diferente por la manera de escribir xDD Qué duro!!

    Me parece muy muy interesante el proyecto y todas las ideas sacadas para hacerlo.

    El intento de veganimo… xDD Las cosas de la vida.

    ¡¡Cristiania!! (L)

    El amigo de tu amiga María me caería muy bien =P A lo mejor se quiere asociar conmigo y que el tenga un huerto de X productos y yo de Y productos. Y luego hacemos trueque!!

    PD: Las gominolas contienen productos animales??? Deu meu!! cuando priscila se entere se le va a caer el mundo!!!

  4. silvita010 says :

    jajaja yo pense lo mismo sobre Pris y las golosinas! x) En verdad me acuerdo un montón de ustedes. Pero no me digas que he cambiado en tan poco tiempo k me entra angustia!!

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